Cuando la enseñanza está centrada en el docente, el estudiante responde preguntas de las que el docente conoce la respuesta, y es poco frecuente que los alumnos hagan preguntas importantes. Esta situación cambia con la enseñanza centrada en el estudiante, en la cual el docente habla menos y el alumno tiene mayor participación. De esta manera, el aprendizaje es guiado, primero, por las preguntas orientadoras del currículo, y luego por preguntas auténticas que surgen de un trabajo significativo con el contenido.
Facilitar y promover la interacción con los alumnos mediante preguntas que los conduzcan hacia un pensamiento más profundo es un aspecto fundamental en la buena docencia.
Las buenas preguntas provocan opiniones alternativas e interesantes y sugieren la necesidad de concentrarse en el razonamiento usado para obtener y defender una respuesta, no sólo si nuestra respuesta es 'correcta' o 'equivocada'. Las buenas preguntas permiten hacer conexiones significativas con los conocimientos previos y nuestra propia experiencia de vida" (Wiggins & McTighe, 2005, p. 107).
En módulos anteriores, usted creó preguntas orientadoras del currículo para su unidad; considere el uso de estas y otras preguntas en el aula. Discuta la aplicación de diferentes técnicas para formular preguntas con el objetivo de involucrar a sus alumnos y ayudarlos a pensar con mayor profundidad.
Preguntas
Después de leer la lectura enviada a su cuenta de Gmail, vaya a su blog personal, cree una entrada titulada Módulo 7 Reflexión. Copie y pegue las preguntas en su entrada y redacte sus respuestas:
- ¿Cómo facilitar una clase centrada en el estudiante?
- ¿Cómo utilizar la tecnología para apoyar la propia práctica?